lunes, 7 de septiembre de 2009




Mi vida se derrumba sin la tuya, y ya no sé que hacer, te estoy perdiendo de apoco, no lo quiero creer. Aferra con fuerzas mis manos no me dejes perder; te siento cada vez más lejos ya casi no te puedo ver. Por favor no me dejes porque de pie he de padecer. No puedo imaginar mi vida sin tu recuerdo. Algo comienzo a olvidar y desangro por dentro, no puedo volver a amar, entonces en vida muero. Amor no me sueltes las manos, por favor te lo ruego, empiezo a pensar que el hado en contra nuestro hizo su juego. La muerte quiso llevarnos, como ángeles, a un eterno sueño, pero ahora estoy despertando mal diciendo hasta este suelo. El tiempo se transforma en distancia y cada vez te siento más lejos, ya no son iguales las acacias con mis sentimientos perplejos. En una olvidada tumba lejana tu idolatrado cuerpo se desintegra, tu alma perdida y desconcertada a otro tiempo, esperándome, se entrega.

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