lunes, 26 de octubre de 2009








Tan fuerte, tan valiente se la veía. De alegría y fantasía sus días cubría. Era el simple hecho de haber olvidado a aquel hombre por el cuál tanto sufría. Una nueva vida era la que empezaría, sin sufrimientos ni promesas mal cumplidas. Ésa era su meta, pensar en el futuro y tapar el pasado. Aunque todo haya cambiado, poder olvidarlo era su logro más deseado.



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